Nunca sé si mis hijas me escriben porque me extrañan y quieren verme, o porque necesitan dinero y desean que las ayude económicamente.

Aunque ya se han graduado de la universidad, son profesionales de éxito y tienen trabajos muy bien remunerados, y a pesar de que ya no estoy obligado a sostenerlas económicamente, las quiero tanto que estoy dispuesto a darles dinero, todo el que me pidan, hasta el fin de los tiempos.

Solo les pido a cambio que me den un poco de cariño, y, si no es mucho pedir, que les den un poco de afecto a mi esposa y mi hija menor, quien, les guste o no, es su hermana.

Diría que he sido un buen padre, uno risueño, generoso y liberal en grado sumo. No exagero si digo que, en promedio, mis hijas han sido bastante felices conmigo. No he sido un padre estricto, gruñón, autoritario. He sido, porque es mi carácter, más bien bromista y paciente, despreocupado y remolón. Nunca les he exigido las mejores notas, ni la conducta más virtuosa. No ha sido mi costumbre imponerles reglas de disciplina, ni subordinarlas a mi autoridad, ni recortarles su libertad. He tratado de educarlas en ser fuertes, independientes, libres. He tratado de que, desde niñas, aprendieran a decidir por sí mismas, aun si se equivocaban, pues así y solo así se aprende.

Diría, pues, que de cien decisiones que he tomado respecto de ellas, probablemente he acertado noventa y nueve veces. Soy humano, no soy infalible y, por desdicha, me habré equivocado una en cien veces. Es curioso, pero mis hijas (y creo que, en general, los hijos, porque así de caprichosa y arbitraria es la condición humana), recuerdan no los noventa y nueve aciertos, sino el error, el único y deplorable error en cien decisiones que no pudieron ser todas acertadas. Y entonces al parecer olvidan todo lo bueno que hice con ellas, los momentos de felicidad que supimos inventarnos, y recuerdan, desde el rencor, que es una fruta que se pudre lentamente, aquella vez que me equivoqué, que fui humano, imperfecto, mezquino, vengativo, y sucumbí a las bajas pasiones, y me fui a la guerra contra su madre y, de paso, una lástima, cuánto lo siento, también contra ellas.

Por cierto, y supongo que esto también es frecuente en las familias rotas, mi ex esposa y mi ex suegra y mis ex cuñados se ocupan minuciosa y sistemáticamente de echar leña a la hoguera del rencor, atizarles las brasas del resentimiento y la venganza, y recordarles a mis hijas lo imperfecto que soy, lo deleznable que soy, lo criticable que soy. Como siempre es más fácil odiar que perdonar, pasan los años y me da la impresión de que mis hijas ignoran todos los aciertos que tuve con ellas y se aferran al recuerdo torturado del error que cometí con ellas, contra ellas, en realidad contra su madre principalmente, pero también contra ellas marginalmente.

Pensé que me habían perdonado por el exabrupto que perpetré hace ocho años, cuando me enamoré de mi segunda esposa. Pensé que, lenta y laboriosamente, me había ganado esa indulgencia, aquella comprensión. Porque durante cuatro largos años no quisieron verme, en solidaridad con su madre, y sin embargo nunca falté a mis obligaciones económicas con ellas, pagándoles todos los años universidades de prestigio, muy caras, en el estado de Nueva York, y todos sus gastos, absolutamente todos, desde camionetas de lujo hasta viajes frecuentes y vidas apropiadamente confortables y desahogadas, que a buen seguro se merecían, por ser mis hijas tan queridas. Pensé, pues, que había cumplido mi condena, que me había redimido de mis culpas ante sus ojos. No fue fácil pagar todo, absolutamente todo, durante cuatro años, sin que quisieran verme una sola vez, y sin embargo lo hice, creo que pasé la prueba. Pude haber sido mezquino, haberles dicho no pagaré las cuentas si no vienen a visitarme y conocer a su hermana, pero no me rebajé a ese nivel belicoso, pugnaz, no puse condiciones, entendí que no quisieran verme y pagué las cuentas a cambio de nada, porque era lo que me dictaba el corazón.

Aunque no me invitaron a sus graduaciones, de veras pensé que me habían perdonado. Ahora comprendo que el rencor es una fruta que se pudre lentamente y no termina de corromperse.

Tuvimos un reencuentro después de cuatro años sin vernos, vinieron a mi casa, se tomaron fotos con su hermana menor, conocieron a mi esposa. Pareció, por un momento, que nos habíamos reconciliado, que ya todo estaba bien, que volveríamos a ser tan cómplices y amigos como antes de la gran pelea, del error conspicuo que manchó mis otras decisiones acertadas. Pues me equivoqué. Aquella ocasión me dijeron que no querían que subiese la foto del reencuentro familiar a mi página de Facebook y, entristecido, acaté la prohibición, qué más podía hacer. Desde entonces, nos vemos una o dos veces al año, generalmente allá, en Nueva York, porque mucho no les provoca venir a Miami. Les he propuesto viajes, pero siempre han declinado, o ni siquiera han respondido para decirme no, gracias. Les he seguido dando dinero, todo el que pedían, y me he sentido bien por eso, no me arrepiento ni un segundo. Les he dado plata cuando la han pedido y, sobre todo, cuando no la han pedido, porque me parecía que era una manera, entre las pocas que me iban quedando a mano, de demostrarles cuánto las quería. Por eso, siempre que voy a Nueva York, llevo mi chequera y le dejo un cheque a cada una.

La última vez que nos vimos, a principios de año, en Nueva York, ocurrió una pequeña crisis familiar, porque una de mis hijas, la mayor, estaba pasando por un mal momento, y no sabía si renunciar a su trabajo en un banco de inversión, donde había hecho una carrera brillante, en pocos años. Procuré que sintiera mi cariño, la animé a que se tomara un año sabático y viajara, o se dedicara a pintar, al arte, a expresarse artísticamente, porque pinta con un talento desusado, aunque, claro, soy su padre, y los padres siempre creemos que nuestros hijos son geniales. Le rogué que dejase el trabajo si no la hacía feliz y le prometí todo mi respaldo económico en caso de que renunciase, y por eso le dejé un cheque, y otro a su hermana, quien me dijo que estaba preocupada por las crisis depresivas de su hermana mayor.

Hace pocos días mi hija mayor me escribió un escueto correo, informándome de que había renunciado a su trabajo y quería venir a visitarme. La felicité, le dije cuán orgulloso estaba de ella, le pedí que viniera, le ofrecí apoyarla. De paso, le conté mis próximos viajes, pues siempre tengo viajes alineados para los meses por venir, y le sugerí que me acompañase en alguno de ellos, por ejemplo, a Buenos Aires, Barcelona, o Santiago de Chile, ciudades a las que, con suerte, iré este año. Hubo un silencio prolongado de varios días, que me extrañó, y luego me escribió otro correo, sumamente austero en palabras, diciéndome que vendría a visitarme un viernes y me vería un sábado y el domingo, al día siguiente, se iría de regreso a casa, en Nueva York. Quedé muy apenado. Sentí que no tenía ganas de verme. Antes sus viajes eran igualmente breves, pero yo atribuía su prisa por volver a casa a que tenía que estar el lunes en su trabajo, en el banco. Pero ahora no entendía por qué solo quería verme un día y nada más. Porque, además, venía de pasar dos semanas en Europa con su madre y el novio de su madre. Ingenuamente, me había ilusionado con que mi hija, ya sin prisas por volver a su trabajo, vendría una semana a visitarme, todo pagado por mí, y hasta se animaría a viajar conmigo a Buenos Aires. Pues no será así. Ella solo quiere verme un día y luego volver a casa. Es inevitable sentir que, en realidad, no quiere perder su tiempo conmigo, sino pedirme dinero para organizar su vida, tras haber renunciado al banco.

Por eso le escribí un correo, diciéndole, con todo la franqueza que nuestro amor merece, que si no le provocaba venir a verme, no debía hacerlo, y que si solo quería visitarme para hablar de dinero, era mejor que me dijera cuánto necesitaba y se lo enviaría sin demora, ahorrándole un viaje que, me temo, no le apetece realmente, y ve como un mal necesario, un costo ineludible, a cambio del dinero que quiere pedirme, y que en cualquier caso le daré, me duela o no.

Podría caer en la tentación humana de decirle: si no quieres verme, si no quieres saludar a tu hermana menor, si no quieres viajar conmigo, si te avergüenza que suba una foto contigo a Facebook, entonces te ruego que no me sigas pidiendo dinero, porque ya cumplí con pagarte toda la universidad, y ahora el dinero que esperas de mí tienes que ganártelo, dándome el cariño y el respeto que creo merecer. Sería humano, dolido como estoy, replegarme en esa postura, achantarme, condicionar mis envíos de dinero a gestos proporcionales de cariño por parte de ella. Pero no lo haré. Aun si no quieren verme ni viajar conmigo, aun si vuelven los tiempos de la guerra fría como aquellos cuatro años en que no quisieron verme ni conocer a su hermana, seguiré enviándoles, resignado, el dinero que me pidan, porque es una manera más o menos eficaz de decirles que no guardo rencores, que las perdono por no perdonarme, que sé que viajar conmigo debe de ser una pesadilla o un aburrimiento o ambas cosas, y que allá va la plata como gesto desprendido e incondicional de amor paternal.

No me importa si piensan que soy un tonto, o un blandón, o un padre baboso y culposo. No me importa si, cuando reciben el dinero, se congratulan ante su madre y su abuela materna, que me odian, por haberme dado otro sablazo, por haberme sacado más dinero, abusando de mi nobleza o mi culpa. No me importa que me critiquen, me menosprecien, me ridiculicen. No me importa que diseminen chismes insidiosos contra mí, o que digan mentiras como que mi madre les pagó las universidades, o que la arpía avariciosa de mi ex suegra les pagó las universidades, sí, sí, cómo no. Pueden usar mi dinero para hacer fiestas con mis enemigos, hablando mal de mí: no se corten, no se repriman.

Por eso le he escrito un correo a mi hija mayor, diciéndole que no tiene sentido que venga apenas un día a verme, incomodándose y atropellándose, y que solo me diga cuánto dinero necesita, para enviárselo en un santiamén. De momento no he tenido respuesta. Sigo atento. Pero mi siquiatra argentino me dice que ya estuvo bueno y que deje de darles plata, si siento que no la merecen y me toman por tonto. No sé si mi siquiatra tiene razón, o si mi corazón no se equivoca cuando me dice que cualquier dinero será insuficiente para decirles cuánto las quiero, a pesar de todo.

60 pensamientos acerca de “El rencor es una fruta que se pudre lentamente

  1. Pataclaun

    Asumiendo que todo lo que escribes sobre la relación con tus hijas es verdad y no ficción, te voy a escribir lo que haría en tu lugar: les regalaría a mis hijas el sábado, completito, viajaría a New York todas las semanas y estaría a disposición plena de ellas: ir de compras, almorzar, ir al teatro, jugar tenis, lo que ellas quieran. Y si no quieren, pues muy bien. Que no se sientan obligadas a verte pero que sientan que pueden contar contigo. A secas. Que sacrificas un tiempo precioso con tu actual familia y se lo ofreces a ellas. Perdón por la impertinencia de escribir un consejo.

    Responder
  2. Paul b.

    Hola Jaime.
    Si te hace feliz darles dinero a tus hijas, pues dale todo lo que puedas. Estoy de acuerdo con eso.
    Si te da tranquilidad darles dinero a tus hijas, pues sigue dándoles sin perder tiempo, total el dinero es lo que es: «todo y nada».
    Solo que habeses esto me recuerda que nosotros somos los que debemos aprender de todo esto, pues esta lección no es para tus hijas, sino para uno mismo. El tiempo muchas veces no nos da la razón.
    Saludos

    Responder
  3. David Cohen

    Jaime, desde mi posición es fácil aconsejar y si quieres un consejo te digo que ya no seas caja de tus hijas. Deja que ellas sigan creciendo y esto implica en la responsabilidad económica.

    Responder
  4. susana

    Hola Jaime: hace muchísimos años que te sigo, no muy asiduamente. Y me encanta escucharte y leer tus escritos. y sobre este tema. sólo te agradezco que compartas tus sentimientos y circunstancias. Un abrazote grande.

    Responder
  5. Carlos Castillo

    Sin comentarios Jaime No sé no yo pasé por algo parecido pero no a esa dimensión tuya no creo que el amor de los hijos se deben comprar ni con todo el dinero del mundo porque es una cuestión de sentimiento y uno debe cumplir su etapa hasta cierto grado nombre que ya están grande y ya tienen universidad estudió no entiendo porque tienes que seguir dando dinero para comprar afecto y cariño y si no te quieren ver en la foto yo siendo tú y yo no me tomó ni la foto claro uno no le puede negar la ayuda a los hijos siempre que uno pueda no pero el amor y el cariño no se compra con dinero y creo que el problema lo tienes tú que te sientes responsable te sientes culpable como si con el dinero pagarás aquellas cosas que no pudiste dar a tus hijos es lamentable muchos hijos que son así los mejores dejarle que ellos sigan que subieras continúe Y si duró 4 años y tratarte Porque su mamá y su abuela le mete cosas contra ti Bueno tú eres un caso tú no eres fácil pero no justifica que te traten de esa manera Yo pienso que con el libro que sacó el hijo de Pablo Escobar del colombiano este que dice este es mi padre hay me gustó mucho una estrofa que leí que dice y que él dijo que a pesar de lo que hizo Pablo Escobar de tanta gente que murió otra que era narcotráfico todo lo que tú quieres todo lo malo que la gente puede pensar de su hijo dijo pero él era mi papá él lo quiso y lo amo por la persona que era no por la figura que se convirtió en otras palabras yo creo que no lo tienen que querer como uno es si no te tolera tu pareja no tolera su hermana no tolera su familia lo mejor es uno déjalo tranquilito Pero dale dinero como recompensa para que el amor te quiera no y si no quieren tomar foto contigo y no te quieren ver ni en pintura yo siendo tú no joda ni me tomó la foto y te la quieren subir en el Facebook mejor uno los ignora y dejar que la vida actúa un abrazo hermano de Caracas Venezuela

    Responder
  6. Zhayu!!!

    Jaime, utilizaré una frase muy conocida: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, Dios mediante espero que tu hijas nunca lleguen a sentir tu ausencia para que finalmente con lágrimas en los ojos te recuerden con cariño y que eres el mejor padre que pudo darles la vida y finalmente se den cuenta que es demasiado tarde.

    Responder
  7. Mari

    Jaime
    Me parece que lo q falta en tu relación con tus hijas es sentarte y conversar sinceramente con el corazon en la mano de como se sienten con respecto a ti, a tu nueva familia y que esperan de ti para que la relación mejore. Viviendo en USA por muchos años, he notado que en la cultura peruana/limeña las personas no se sientan a conversar y aclarar y tienden a asumir lo que los otros piensan y por supuesto que nunca van a saber exactamente que esta pasando y siguen guardando y ocultando rencores. Tu también asumes q tu ex y su familia influyen negativamente, pues no asumas, pregúntales a tus hijas, aclara eso y todas tus dudas. Yo he tenido el mismo problema con mi familia q residía en Lima y poco a poco he ido aclarando muchas cosas q pasaron y ahora nos llevamos mucho mejor. Cuando conversé con ellos lo primero q dije es q me perdonen si hice algo q les haya hecho sentir mal.
    Buena suerte.

    Responder
  8. Jamile

    Jaime no te sientas mal tú las amas y eso es lo importante , ellas lo saben y por eso se aprovechan de ti ,déjalas un día verán el buen padre que tienen no importa tus defectos todos los tenemos y no debemos juzgar nuestros padres , solo amarlos respetarlos y aprovechar cada momento

    Responder
  9. Sil

    Cómo dejar de darles a quienes amas incondicionalmente?
    Te entiendo… yo soy igual…
    pero también entiendo a tu terapeuta…
    Que tu corazón te guíe hasta el final…
    Me gusta mucho leerte, y verte me hace reír como cuando estabas en mi país, Argentina!!!
    Felicidades!!!

    Responder
  10. E. Cervantes

    Jaime querido!
    Estás enfermo de algo que padecí yo también.
    Se llama CULPA.
    Deshazte de esa carga y te libras de todo.
    Cuando estés curado y mires atrás te darás cuenta de que han abusado de ti por estar enfermo de CULPA.
    Como si nadie más se equivocara!!!
    Libérate tasa . Eres un ser humano como tu ex y tus hijas.. hasta Leo es un poco humano ya…glotón y celoso..
    Saludos desde Madrid

    Responder
  11. Denisse

    ¡ Adoptame ¡ ¡ yo te quiero ¡
    Fuera de broma : tener un padre es maravilloso y es maravilloso poder disfrutarlo en familia . Mi padre fallecio este año y yo lo extraño cada dia , cada segundo de mi vida.

    La mejor de las suertes Jaime
    Besos

    Responder
  12. Raul Isaac

    Jaime, soy un fiel seguidor, te admiro con demasía y se que es un atrevimiento pero cada vez que te leo, me siento identificado con tu pensar, con tu sentir, pero no con tu actuar, aquí la gran razón de mi admiración, actúas como tal vez pocas personas lo harían, y he optado por escribirte en esta reseña de hoy, porque mucho tiempo intente odiar a mi padre, por la razón parecida a la contada, pero por mas que pude no lo hice, e igual el reaccionar tuyo lo tenia el, de no dar la espalda, de amar en tiempos de guerra por sobretodo, gracias por tantas experiencias contadas, eres un guerrero.

    Responder
  13. Sonia

    Muchos padres nos equivocamos en comprar el cariño el amor de nuestros hijos con dinero o regalos costosos…..sin darnos cuenta que un hijo se gana dándole amor, cariño, momentos gratos juntos siendo cómplices sin perder el respeto mutuo….el dinero es necesario en nuestras vidas para darnos un bienestar y llevar una vida cómoda….compártelo con las personas que te valorar y te hacen feliz…..
    Excelente columna

    Responder
  14. analizandolo

    Querido ¡ qué poco ‘e comentarios tienes! (expresión colombiana para denotar «exclamación» por la cantidad).

    Veo que cada escrito de tu autoría lleva implícita una pequeña moraleja. Es tierno. Sujetos como nosotros han pasado por procesos psicoanalíticos, para llegar a ver ciertas cosas tan claras.

    Disfruta el sueño de esta noche.

    Responder
  15. Dery

    Siempre he estado en conflicto sobre que hacer: hacerle caso al corazón o a la razón, en tu caso si es al corazón, sigue calmando tus culpas enviándoles dinero, que ellas lo disfrutan, no les cuesta y saben que lo seguirás haciendo sin pedir nada a cambio, entonces, todo seguirá igual. Por otro lado la razón, y concuerdo con tu psicólogo, deberías dejar de enviarles dinero ya que ellas tarde o temprano ( maduraran) entenderán que eres su padre y siempre fuiste un buen padre para ellas, llegará el momento en el que comprendan y puedan separar las cosas.
    Finalmente el que tiene que decidir sea con el corazón o la razón , eres tu, y ser feliz con la decisión que tomes, por que solo hay una vida y hay que vivirla como te de la gana. Un abrazo desde Arequipa.

    Responder
  16. Angel

    Hago este comentario aca pues en fin de cuentas es acerca de Bayly, antes que nada aclarare que soy fiel seguidor de el, veo su programa diariamente desde hace 6 anos, bayly un idolo para mi, he ido inclusive a su programa de TV. Lo respeto y aprendo mucho de el y a mis amistades siempre les hablo de cuanto se aprende con su programa y de la gran personalidad que tiene. Dicho esto solo quiero hacer el comentario que desde hace un ano para aca he visto como bayly maltrata a veces sin compasion a alguno de sus invitados, creo algunos se lo han merecido como el tal rafael poleo, pero a veces se le ha ido la mano al punto de ser muy mal educado, falto de sentido comun y hasta un abusador y dictador en su programa por ejemplo asi paso con la ultima entrevista a Orlando Luis Pardo Lazo, ayer paso lo mismo con el periodista venezolano Jose hernandez, y con este ultimo paso algo que mas bien para mi fue un mal entendido y en parte por que el periodista estaba un poco desinformado pero al final el tipo fue una victima mas de chavez como lo fue todo un pueblo y por eso no podemos poner a alguien en la guillotina ni tampoco querer humillarlo publicamente. Aunque soy un apasionante defensor de Bayly y sus ideas cuando lo veo en este plan me da verguenza ajena y me hace renegar de el pues no puede tener la mala educacion ni las infulas de dictador para hacer eso, basta con no estar de acuerdo con el para que desenfrenadamente y con ventaja te quiera humillar. Y me duele verlo en ese plan pues lo sigo y hago eco de sus palabras e ideas y le hablo a todos de su programa, veo su programa a diario y cuando pasa esto me paso mas de 1 semana y no lo veo pues es como el padre que te educa y te dice que hacer y que no y despues no da el ejemplo y te quedas como decepcionado. Se que Bayly es bipolar el mismo lo dice, me imagino que cuando le pase esto esta en su face maniaca pero debe tener alguien que lo aconseje debido a estos eventos.

    Responder
  17. Faycy

    Creo que es por tu nueva esposa, los hijos del matrimonio anterior no pueden evitar culpar a la nueva mujer como la causante del divorcio, aunque eso no sea cierto, me parece que ellos no pueden evitar verlo asi, y obviamente tu eres el segundo culpable (tu comparas tu situacion con la de tu esposa con su nueva pareja pero la nueva pareja solo es vista como un forastero). No se si lo has hecho ni como se han dado las cosas exactamente pero, quizas si le ofreces viajar uds dos sin Silvia por dos semanas la cosa cambie, no se si lo has intentado asi, tampoco se si quisieras hacerlo asi.

    Responder
  18. Lucy

    Jaime, ellas serán toda la vida tus hijas, demuéstrales tu amor, no les condiciones. «Si no vienes a verme, no te doy dinero» Siempre debes estar alli para ellas. Porque son parte de ti. Pero no solo con el dinero, llámalas en sus Cumpleaños, envíales mensajes cariñosos, diles siempre cuanto las amas, demuéstrales que aunque tienes otra hija, ellas siguen siendo para ti, tus queridas niñas. Lo que hiciste de echarlas de la casa donde vivían fue horroroso, y es seguro que les ha dejado cicatrices. Demuéstrales que fue un momento de locura, pero tienes toda tu vida por delante para borrar esas cicatrices, dándoles un amor incondicional. Visítalas, escríbeles, ten presencia en sus vidas, algún día vendrán los nietos y créeme, vas a querer estar alli. No te rindas, demuéstrales que tu amor no morirá nunca, y que siempre pueden contar contigo.

    Responder
  19. Lisseth romero

    Que complicado… pero para otro papá facil y por enojo dejaria de darle dinero a hijos ingratos que por un error olvidan lo bueno que hicieron …..te entiendo porque soy mama y es tan complicado pero a darle tiempo nomas. Pero sabes me gusto leer todo eres grande que manera de expresarse tan casi exacto . Eres genial. Saludos desde Tacna_Perú

    Responder
  20. Kim

    Es lo que pasa cuando se quiere comprar el AMOR con DINERO. Aplica para hijas, esposa y amigos. Es una actitud machista querer inspirar el amor de tus hijas siempre a cambio de algo material. Estabas deseando que fracasen en sus empleos para poder utilizarlas.

    Me pregunto: si tus hijas fueran hombres, cómo sería tu actitud como padre? También querrías que estén a tu lado a cambio de dinero? LO DUDO.

    Responder
  21. JEPI

    El problema por lo que veo eres tu, en el momento que sientas que ya no tienes mas culpas que pagar, en el momento que verdaderamente sientas que hiciste lo mejor que pudiste, pero que finalmente somos simples mortales y nos equivocamos, en el momento que sientas que ya te puedes personar a ti mismo, en ese momento obtendrás la respuesta a tu pregunta y ya no será mas un tema económico sino afectivo.
    Suerte y bendiciones, aunque no creas en Dios.

    Responder
  22. enzo

    wena peruano loco , bayly, ama como puedas, ama con fuerza, como dije en infobae, tu dinero es una parte tuya, dales todo lo que puedas darle, lo que dicte tu corazon, estoy seguro que ellas te aman con todas tus locuras, el amor no son solo palabras, tambien son gestos, tambien es dinero

    Responder
  23. Raquel

    Un hijo jamas debe juzgar a un padre, por mas errores que uno pueda cometer, somos imperfectos y nadie nos enseña a ser padres, ellas algún día se convertirán en madres y no les gustará que sus hijos hagan lo que ellas hacen contigo ahora, espero que cuando recapaciten no sea demasiado tarde como para que te agradezcan personalmente lo que haz hecho y sigues haciendo por ellas. Saludos.

    Responder
  24. Tania

    Pues creo que los hijos solemos ser crueles con los padres hasta tanto no somos padres. Deja que el tiempo Cure las heridas. Y bueno, a veces no las cura. Igual has cumplido y has amado

    Responder
  25. Veronika

    Jaime, tu error aunque sea solo uno puede pesar o doler más que los 99 restantes…creo que piensas que mereces perdón por el dinero que le mandas, y ya sabes que eso no funciona. Te siente desesperado por su cariño y eso si es demostrarles amor, no el dinero…son jóvenes y están muy dolidas sobre todo porque lo que ellas consideran las hirió es ahora tu familia…ten paciencia y no tires la toalla, un hijo nunca suple otro…

    Responder
  26. Pepe

    Jaimín, soy hijo también, independiente ya. Pero si mi padre quiere darme dinero en modo de apoyo, minimamente yo le correspondería con cariño, con muestra de estima. Pienso que ya cumpliste como padre, les brindaste todo el apoyo a tus hijas… mejor, piensa en tu siguiente novela. Me la pasé genial con «Pecho Frío».

    Responder
  27. que

    Jaime ya cumpliste…me apena que te esten usando…si no te quieren,,no te quieren y punto…son adultas y saben lo que hacen..venderte un poco de cariño…animo tu publico te ama…no es lo mismo…piensa.Leo te ama incondicionalmente por un hueso…y tus hijas?..por un cheque…un abrazo

    Responder
  28. kari

    Me parece que ya son jóvenes capaces de tomar decisiones acertadas, tu eres un buen padre y ser humano como todos con errores al fin y al cabo.Que ya cumplió con ellas ,no debes culparse tanto ni que fueran bebés que no comprenden,ahora el amor filial no es intercambio económico o viceversa..porque se ve que eso les están inculcando,que vuelen con sus propias alas ya.Ya cumpliste tu deber con intereses…y si vienen que sea x interés real no el ficticio.

    Responder
  29. Rafael Hernández

    Todo en esta vida tiene un límite, y el comportamiento de de tus hijas no lo debes tolerar más, no por venganza, o pesadumbre como la mayoría lo hacemos. Es simplemente que de nada sirve seguir echando agua en un mar, ellas ya no necesitan dinero, y aparentemente no necesitan, ni quieren el cariño del padre. Lo único que queda hacer es dejar la puerta abierta para si un día quieren ver a su padre, que de seguro el las recibirá con mucho cariño.

    Responder
  30. Isabel Cristina

    Hola Jaime, yo creo que haces bien dándoles dinero y ellas algún día lo entenderán. No te preocupes, es cuestión de paciencia. La nobleza de los padres siempre derrota el orgullo de los hijos.

    Responder
  31. Richard

    El.prpblema es q fuiste cabro..bisexual..promiscuo.y escribiste tus cabradas y mencionabas a tu familia.. decias te drogabas..q tirabas con.hombres..a kiem chucha le.importa esas historias? Es la ultima vez quete leo..pavo de.mierda bipolar hasta las caiguas. Tus hijas son victimas x el.poco amor q les haz dado ya q estas enfermo de.la.cabeza..Bipolar! Las humillaste..las traumaste..crees q tus hijas a los 10 sños o 12 años no han leido tu libro en forma caleta seguro? Crees q no las han alucinado fuerte o jidido ensus colegios diciendoles q su viejo es cokero marihuanero y cabrazo? Lloraban traumadas x tu culpa..tu solo sabes dar dinero..no te hagas la victima.oye PAVAzo crees q con dinero vas a cerrar heridas? Les haz hecho daño..las haz traumado..incluso ventilas cosas de tu hija..q renuncio a su trabajo.. ( puede q sea ficcion..y eso tb le debe molestar..es tu hija oye compadre..no seas tan marica y cobarde de escribir ficciones con tu hija !) ..q sospechas q tb sea bipolar como tu..eres gil? Crees q ella.no vuela de colera y se caga de verguenza q divulgues todo eso? Buscas » rating» literario? Morbo? La.gente que te escribe y te «appys » en los comemtarios..son gente de tu misma calaña moral..ellos harian lo mismo q tu..x eso te saludan y celebran cada aberracion q escribes.. : «es un placer leerte jaime..eres muy inteligente » tienes el autoestima muy baja compadre..kizas lo que dices de tu viejo fue verdad.. kizas hasta el.te violo de niño o tu tio roberto el cabro te hizo algo..pero x eso no puedes chocar conntus hijas y sus vidad. No es show..no estas en tv. No seas idiota. Dinero dinero.. toda la escuela del Club nacional tienes.

    Payaso.
    Habia un hombre tan pero tan pobre hombre..q lo unico q tenia era dinero.. ese eres tu.

    Ya sabes kien soy. El motociclista de San miguel.

    Responder
    1. Cesar Leguia

      Richard, tienes tantos odios y complejos que haciéndole un favor a la humanidad debías suicidarse. Pobre de aquel que dependa o este cerca de un ser humano tan horroroso como tu.

      Responder
  32. Walter Rueda

    Todo lo llevas al dinero… El amor es estar ahí… Si ellas no vienen tu anda… Corta la plata… Pero el punto no es ese… Es el afecto… Así creas q estuviste presente no has estado… El único error fue solo la gota q derramó al vaso…

    Responder
  33. Denia

    Despues de haber leido este articulo como todos Los demas que has escrito al respecto, Mi opinion sigue siendo la misma, tus hijas no merecen Un papa como tu. Tu Dr argentino tiene toda la razon ! Cierra la chequera pero de manera definitiva. Saludos para ti.

    Responder
  34. Sandra gonzales

    Jaime ya no sigas mendigando amor, creo que ya suficiente perdón les has pedido haciéndole sentir que tu amor por ellas es muy grande…Si ellas quieren seguir con ese rencor en su corazón es cosa de ellas…Para mi son malas hijas porque el problema fue con su madre y no contigo..Que pena que no te valoren..Por eso les va mal en la vida…Tu eres un gran ser humano y solo se feliz con tu familia..Un abrazo

    Responder
  35. Tessy

    Creo que los hijos, cuando crecemos, aprendemos de todo sea bueno o malo, con ello maduramos y quizá no perdonemos literalmente pero podemos aprender a vivir con ciertas condiciones que nos da la vida. Conozco muchos casos similares y hasta peores y como hija sé que se puede continuar y hasta dar amor a quienes nos amaron y aman a pesar de los errores, solo el tiempo y quizá cuando sea tarde comprenderán eso tus hijas.

    Responder
  36. Maria

    Perdóname que te diga esto Jaime pero me parece que, todos estos años en universidades de prestigio no les sirvieron de mucho a tus hijitas como para saber analizar situaciones. Déjame decirte que a la edad que ellas tienen, ya deberían de haber sacado sus propias conclusiones y tener opinión propia de sus padres. Una mujer profesional con una carrera brillante no se deja manipular por la mamá o la abuela pues, no cuadra. El mejor regalo que les podrías dar es, la oportunidad de que tengan una opinión propia de ti. Regálales el espacio y el tiempo para que, ahora ya de adultas, te extrañen y sepan lo importante que eres en sus vidas, que quieran verte y que ese sentimiento venga sin factura. Y dile a tu mamá que le regale a tu ex unas citas con un especialista de salud mental, si aún sigue metiendo cizaña es porque aún le dueles y porque la salud mental de sus hijas le importa un comino, el problema de depresión de tu hija se llama Sandra.

    Responder
  37. Karina

    No Jaime, no m parece, en realidad no tienes ni la menor idea del sufrimiento que les has ocasionado, y ni con todo el dinero del mundo podrás lograr cicatrizar esa herida mucho menos lograr que lo olviden.
    Así que jamás les niegues ni el dinero ni nada de lo que te pidan, son tus hijas, las que en algún momento de sus vidas te amaron como nadie en este mundo y las dejaste para irte a cuidar de otra hija de otra mujer.
    Por favor trata de entenderlas!

    Responder
  38. Monica

    Hola Jaime, solo te puedo decir que el tiempo las hará recapacitar y acercarse a ti. Algún día ellas serán madres, y se darán cuenta que el amor de un padre por sus hijos no tiene límites ni medida. Un hijo recién entiende eso cuando se convierte en padre. Dales tiempo para que maduren y verás que luego no te juzgarán por ser autentico.
    Con cariño
    Monica

    Responder
    1. Anonima

      Anghel, de angel no tienes nada, eres un diablo y encima tarado!!!
      Tu chiste no da risa, da lastima!!!
      Jaime tiene buen corazón. Y el tuyo no sirve ni para anticucho. El que tiene que madurar eres tu baboso!!! Jaime esta hablando de algo serio y tu con tus payasadas sarcasticas!!!
      Mejor borrate.

      Responder
  39. mariella Strusberg Benavides

    Apreciado Jaime, un consejo hasta de un conejo dice el viejo refran», ya cumpliste con tus hijas (y la madre de ellas), agradece a Dios(si eres creyente) y, la vida por que han logrado ser buenas personas, responsables, profesionales y exitosas ( como dices , lo pongo en el orden de mi valorar). El afecto no se mendiga ni se compra, vuelvo a otro dicho «lo que no nace no crece», no es tu caso, amaste, compartiste, viviste la vida, desarrollo y crecimiento de tus 2 hijas mayores ( eso esta grabado en lo profundo de sus memorias afectivas), dales su tiempo, déjalas que continúen desarrollando sus vidas. Por tus errores voluntarios e involuntarios, ya has pagado .VIVE TU VIDA ACTUAL, DISFRUTA LO QUE TE OFRECE, TE BRINDA , el tiempo que es el mejor maestro en la vida , te dirá y, mostrara en algún momento ; que todo tiene sus horas, minutos y segundos respectivos.
    Adoro , amo profundamente a mis hijos , pero en lo que creo he cumplido con reboze y calidad es en darles afecto, contacto sobre todo cuando han estado en étapa formativa. Me suelo hacer extrañar…….esome genera garn alegria cuando nos buscan

    Un afectuoso abrazo

    Responder
  40. Carmen Jessica

    Hola Jaime , le diste lo esencial tu amor incondicional y educación . Tienen como defenderse en la vida , ahora tienes a tu pequeña Zoe disfruta de ella se Feliz , recuerda que en algún momento tus hijas se darán cuenta de su mal comportamiento y ellas te buscarán….Un Abrazo.

    Responder
  41. Jeyson Martínez

    Bueno pues, invítame a mí a Miami, que con todo gusto yo te doy ese cariño de hijo que nunca tuviste. Podemos hablar mal de Maduro y el régimen venezolano a todas nuestras expensas y hasta el cansancio. Y lo. mejor sin tener que invertir un solo centavo en el intento.

    Responder
  42. Zeida

    Hola Jaime, creo que ha llegado el momento de cortar con el ayudo económico. Tus hijas ya son adultas y no debes permitir que se aprovechen y continúen con el chantaje sentimental. Yo no entiendo a las madres que les gusta engendrar odio y rencor en las almas de sus hijos sabiendo que estos serán los principales motivos de su infelicidad y dificultad para encontrar el amor.
    Ningún padre puede ser perfecto , no te hagas una culpa … es la madre, herida en su orgullo, la que conociendote goza del dolor que tu sientes por la indiferencia que muestran tus hijas , sin detenerse un momento a pensar … su rencor no la deja vivir.
    Las chicas lógicamente apoyan a la madre y con un poco de ayudo (abuela, cuñados, etc) siguen la línea que les han trazado.
    Espero no equivocarme ( también tengo una hija) , el tiempo e la vida pone todo en su lugar .
    Un abrazo.

    Responder
  43. Chris

    Cortales el caño, ya es demasiado. Ya cumpliste, y si ellas, andan por la vida con una mochila llena de rencor, resentimiento, ya es cosa de ellas, por mas doloroso que puede ser concebir esa idea debido a que son tus hijas, pero es la realidad. Ya cumpliste como padre y los hijos no son quien para juzgar a un padre. En realidad nadie debe juzgar a nadie.
    Fuerte Jaime!! Tomate una chilindrina, comete un cebichito y viaja por el mundo con zoe y silvia.
    Vibras!!

    Responder

comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *