La señora que viene los fines de semana a limpiar la casa se llama Lorenza Pastora. Es paraguaya. Habla como paraguaya. Es una delicia escucharla. Tiene un acento musical. No ha cumplido cuarenta años. Tiene apenas treinta y ocho. Lleva diez años viviendo en este país.

Lorenza Pastora dejó a sus dos hijos en Asunción antes de venir a los Estados Unidos. Entonces tenían cinco y tres años. Ahora el muchacho, Isidro Daniel, tiene quince años y la chica, Paula Edith, trece. Lorenza Pastora no los ha visto crecer. Hace diez años que no los ve. No puede verlos porque si regresa a Paraguay, pierde la posibilidad de entrar de nuevo a los Estados Unidos. Hablan por teléfono todos los días. Se ven por Skype. Son chicos buenos, responsables. Sacan buenas notas en el colegio. Su madre está orgullosa de ellos.

Con el dinero que ha podido ahorrar estos últimos diez años trabajando como limpiadora de casas, Lorenza Pastora se ha comprado una casa en el campo, en las afueras de Asunción, con muchos árboles de aguacates. Allí viven su madre y sus dos hijos. Ella todavía no ha conocido esa casa. Su sueño es retirarse en unos años, regresar a Asunción y vivir en esa casa en el campo con su mamá y sus hijos. No está lejos de lograrlo. Va por buen camino.

Cuando le pregunto por sus hijos, se emociona, se le corta la voz, se le humedecen los ojos. Diez años sin verlos es mucho tiempo, demasiado. Está loca por verlos. No sabe qué hacer. Está tramitando su residencia. Mientras no se la concedan, no puede salir de los Estados Unidos. Si viaja al extranjero, no la admitirán de regreso. A veces se entristece, se llena de melancolía, decide que volverá a Paraguay de una buena vez y para siempre. Pero luego hace acopio de valor y perseverancia y se promete trabajar unos años más, hasta que tenga un dinero ahorrado que le permita abrir un negocio allá. No quiere volver a su tierra a pedir trabajo como empleada. Su sueño es abrir un negocio, ser la dueña, la jefa, y no obedecer órdenes de nadie. Yo la animo a que no desmaye y cumpla su sueño. Ella piensa en abrir un negocio simple, una tienda de abarrotes, una bodega, una ferretería. Le pregunto si una peluquería sería una buena idea y me dice que no. Le pregunto si una licorería sería rentable y me dice que seguramente sí, pero ella es una mujer seria, honorable, de convicciones religiosas y valores morales, y no quiere hacer dinero vendiendo cosas que hacen daño, que intoxican, que sacan lo peor de la gente. Admiro su sabiduría. No lee libros de alta literatura, pero me parece que sabe de la vida mucho más que yo. Y su ética de trabajo es, en verdad, asombrosa. Nunca se queja, nunca pide vacaciones, nunca se enferma o indispone, y cuando viene los fines de semana, está siempre atareada, limpiando algo, inventándose un quehacer, una faena, no descansando ni mirando la televisión. Yo no trabajo ni la décima parte de lo que ella trabaja. Yo voy a la televisión, me pintan la cara y hablo. Me pagan por hablar. Eso no es trabajar. También escribo cosas raras, ficciones que no lo parecen. Eso tampoco califica como trabajar. No a mis ojos ni a los de mi madre.

Le digo a Lorenza Pastora que, si ella no puede viajar a Asunción a abrazarse con sus hijos, hay que traerlos a Miami. Me dice que es imposible, que no les darán la visa. Le digo que haré mi mejor esfuerzo y usaré mis contactos e influencias para que les den la visa de turistas. Hablo con un amigo que trabaja en la Casa Blanca. Me sugiere que mande cartas de invitación al consulado de los Estados Unidos en Asunción. Me promete que le enviará un correo al embajador, pidiéndole que nos ayude. Le agradezco de corazón. Escribo una carta, invitando a los hijos de Lorenza Pastora, diciendo que Isidro Daniel y Paula Edith son artistas, escriben música, cantan canciones muy lindas y quieren venir a promocionar el disco que pronto lanzarán al mercado. Todo es mentira. Pero es una mentira piadosa, necesaria para que les den la visa. Digo en la carta que voy a entrevistarlos en mi programa, que voy a pagarles el pasaje aéreo y el hotel, que me hago responsable de que, cumplida la entrevista, no se queden a vivir en los Estados Unidos, excediendo el tiempo límite que les fijen como visitantes. Unas semanas después, los jóvenes llaman a Lorenza Pastora y le cuentan, eufóricos, que les han dado la visa. Lorenza Pastora está emocionada, me abraza, llora, lloramos. Yo soy muy sentimental, muy fácil de llorar. Una madre que no ve a sus hijos hace diez años porque se sacrifica trabajando como una leona para que ellos tengan una mejor futuro, una casa propia, una profesión, es a mis ojos una heroína, una santa, una persona que enriquece al mundo con su contribución generosa, altruista. Necesitamos gente como Lorenza Pastora. Estoy con ella hasta el final. Por eso, apenas nos confirman que les han dado la visa a sus hijos, compro los pasajes. No hay vuelo directo entre Asunción y Miami. Deberán hacer escala en Lima. Volarán en Avianca. Decido comprar los boletos en clase ejecutiva, así los chicos tendrán un viaje de ensueño. Se lo merecen. Lorenza Pastora se lo merece. Y yo tengo la plata para darles ese pequeño gusto. Son los pobres, los desamparados, los desheredados de este mundo quienes deberían viajar en primera clase. Los ricos llevan ya vidas demasiado confortables, no estaría mal que viajasen de vez en cuando en clase turista para recordar que otros viven más apretados e incómodos que ellos.

Le digo a Lorenza Pastora que iremos juntos al aeropuerto de Miami a recibir a sus hijos. Ella no ha dormido en la víspera, no puede creerlo, todo le parece un sueño. El vuelo debe de llegar poco antes de las cuatro de la tarde. Lorenza Pastora viene a mi casa, comemos algo ligero, pasamos por una florería y compramos rosas y orquídeas, luego compro chocolates y vamos al aeropuerto. Mientras los esperamos en el tercer piso, Lorenza Pastora me cuenta que el papá de sus hijos la dejó embarazada dos veces y luego desapareció. No está en la foto, nunca lo estuvo, no colaboró económica ni afectivamente en la crianza ni en la educación de los chicos. Es una historia tantas veces repetida en nuestros países. Le digo que ella es, a un tiempo, una madre y un padre, un gran ejemplo para sus hijos, y que son personas de bien gracias a ella, a su esfuerzo, su tenacidad, su espíritu de lucha. Cuando habla del papá de sus hijos, no siento rencor en sus palabras ni en su mirada. Lorenza Pastora es una mujer hecha de madera noble. No conoce el odio, el resentimiento, el rencor. No piensa que hubiese merecido una vida mejor. Está agradecida por la vida que le ha tocado. Se siente una mujer con suerte, y más aún ahora, a pocos minutos de abrazar a sus hijos, tras diez años sin verlos.

Los chicos aparecen a lo lejos, empujando unos carritos metálicos con maletas abultadas. Isidro Daniel y Paula Edith corren extasiados a abrazar a su madre. Lloran con ella. Le dicen cosas dictadas por el amor más profundo, un amor que nace en esa zona del espíritu que no perecerá, que es inmortal. Se parecen muchísimo a ella. Son gorditos y pecosos como ella. Son buenos, bonachones, querendones, su mirada los delata. Ambos la han sobrepasado en altura, sobre todo él, que es ya un hombre, un muchachón. Los abrazo, les doy las flores. Les digo que su madre es una campeona, que tengo tanta suerte de haberla conocido, que todos quienes la conocemos, la respetamos y admiramos profundamente. Entramos en la camioneta, las grandes maletas apretujadas atrás. Comemos chocolates. Ellos hablan en su lengua pintoresca, musical. Cuentan cómo fue el viaje. Nunca habían viajado en avión. No se dieron cuenta de que iban en clase ejecutiva. Lorenza Pastora y yo nos reímos.

Al llegar a casa de Lorenza Pastora, nos despedimos con un gran abrazo y les dejo a los chicos unos sobres con dólares para que puedan costear sus gastos y comprar regalitos a su madre. Qué lindos chicos, qué humildes, qué tiernos, qué agradecidos con la vida. Le digo a Lorenza Pastora que venga con ellos a la casa el fin de semana. Quiero que mi hija los conozca, los escuche, aprenda a quererlos. Les recuerdo que deben traer traje de baño para meternos en la piscina.

El fin de semana los chicos vienen con Lorenza Pastora a mi casa. Dormirán con su madre, en el cuarto de huéspedes. Hemos puesto dos camas plegables, y es un cuarto grande, de espacios generosos. Han traído ropa de baño. No saben nadar. Por suerte la piscina no es tan honda y tienen piso en una parte de ella. Lorenza Pastora y su hija Paula Edith no se animan a meterse en el agua. Solo el joven Isidro Daniel se da un chapuzón rápido. Luego nos echamos en las tumbonas y hablamos de fútbol, sobre todo de fútbol argentino, del partido increíble que Lanús le volteó a River, mientras Lorenza Pastora y su hija hablan con mi esposa y nuestra hija. Ellos, los visitantes paraguayos, son muy comedidos y solo aceptan agua y helados, no toman vino ni cerveza. Mi mujer toma cerveza, yo, vino helado canadiense.

Más tarde entramos en la casa y, cuando ven el cuarto de música de nuestra hija, los hijos de Lorenza Pastora parecen especialmente felices, sus ojos refulgen de ilusión. De pronto descubro que sienten pasión por la música. Cuando dije que vendrían al programa a cantar y hablar de su nuevo disco, pensé que estaba mintiendo en toda la línea. Pero ahora los chicos me preguntan si pueden cantar dos o tres canciones. Les digo que sí, por supuesto. Paula Edith toca el piano, Isidro Daniel, la guitarra, ambos cantan y Lorenza Pastora, embriagada de amor y ternura y gratitud, me mira y llora y lloramos, y en ese momento somos eternos, inmortales, y todo el amor que ella siente por sus hijos es del tamaño del mar.

152 pensamientos acerca de “Un amor del tamaño del mar

  1. Rocio Vasquez

    La mejor historia que he leído desde que te sigo en las redes, leerte es lo máximo, me pego y quiere seguir leyendo, tus historias son únicas, ciertas o no, me fascinan.
    Nunca dejes de escribir mi querido Jaime Bayly. Saludos desde Lambayeque, Perú.

    Responder
  2. Rocio

    Como siempre es un gusto leerte. Te sigo mucho y cada ves que se transmite un programa tuyo no dejo de escucharte acá en Perú. En este relato que tan fácil es ver lo transparente que son tus sentimientos hacia las personas que sufren, sobre todo. Que bonito es ver a un grande enternecerse con algo que muy pocos, con una vida llena de éxitos y quizá ya resuelta podrían ver: el sufrimiento de una humilde madre que sufre en silencio. Bello relato felicitaciones.

    Responder
  3. Ruben Flores

    Hola , Jaime, que buen relato. Te confieso que no conocía tu página. Estoy muy contento de haberme encontrado con esta sorpresa. Ya agendé, en mis tareas de la semana, leerme dos crónicas tuyas hasta ponerme al dia.
    Te mando un fuerte abrazo , desde Buenos Aires.
    Rubén Flores

    Responder
  4. cesar osvaldo

    qué lindo relato Jaime, tuve la suerte conocerte hace no mucho tiempo… y la verdad te sigo con tu programa todos los días…
    Doña Lorenza es una luchadora sufriente y feliz por toda la obra que hace desde hace años… me sentí parte de tu historia, sencillamente deliciosa, gracias por tu bondad… tu humildad, Jaime querido !!!

    Responder
  5. Nikole G.

    El título fue el que me animó a leer esta columna. Como narras la historia con total sutileza y con las palabras más precisas hacen que el lector se meta en la historia e interactúe con los personajes. Además, usas un lenguaje coloquial lo que hace que esta lectura este al alcnaze de muchos. Además, cuando terminas de leer sientes una gran satisfacción y te quedas con ganas de más. Ahora mismo me pasaré a leer dos columnas más a ver que descubro.
    Muchas gracias Jaime, compatriota, por compartir tu sabiduría con nostros.

    Responder
  6. Fiorella

    Sept del 2019 llego a esta columna sin pensarlo, navegando y buscando crónicas encontré tu pagina Jaime que puedo decir que ya sabes que sos un genio, un grande como dicen aquí en Argentina 😉
    Me conmovió la crónica de Lorenza Pastora Gracias por compartirla. No soy madre todavía pero sé lo que siente vivir fuera para darle un mejor futuro a los tuyos y que es una lucha continua…
    Admiro mucho lo que sos como persona y profesional. Exitos Mil!!

    Responder
  7. Juan Carlos

    Jaime, ptmr, leerte me ha hecho un nudo en la garganta.

    Qué bella historia!. Cada detalle tan bien redactado me ha hecho imaginar la escena tan claramente.
    Te felicito doblemente, por tu enorme bondad y gran corazón (espero tener la oportunidad de hacer algo así) y por tu excelente historia.

    Un enorme abrazo y nuevamente felicitaciones!

    Responder
  8. Franco Siles

    He leído todas tus columnas, y no sé porque razón me había saltado esta. Déjame decirte que es una de las mejores que has escrito, no sólo por el contenido y el mensaje que lleva, sino por la facilidad con la que expresas esos sentimientos que sólo los inmigrantes con trabajos duros pueden sentir. Te felicito por eso.

    Responder
  9. laura patiño

    me gustó este escrito, si esto no es parte de la ficción ya tienes un lugarcito en el paraíso celestial.
    saludos desde alguna oficina burócrata de nuestro querido Perú.

    Responder
  10. Elena

    Lo leí dos veces y las dos veces lloré…enorme corazón el suyo, sin duda fue una noble decisión….siempre es dificil encontrar a personas que se ponen en el zapato del otro para vivir una linda experiencia…y sobre todo una enorme enseñanza

    Responder
  11. Christye

    Wuaooooo que corazón noble Jaime
    Es digno de admirar ese desprendimiento que tienes por las personas que aprecias.
    Me encantó tu relato y que hermosa familia la de Lorenza Pastora.

    Responder
  12. Danny

    Que buena historia, las personas que menos tienen generalmente son muy trabajadoras y humildes, quieren salir adelante, superarse; ayudar a los suyos a que tengan una vida mejor. Ustedes son personas de admiración no solo por su gran corazón,si no que pesar de estar en una clase superior nunca se olvidan de los demás que gratitud leer esto. Me gusto mucho la parte en la que dice «Los ricos llevan ya vidas demasiado confortables, no estaría mal que viajasen de vez en cuando en clase turista para recordar que otros viven más apretados e incómodos que ellos.»

    Responder
  13. Gloria Delzo

    Me gusta escribir, más si son vivencias, leí en fb este texto, alguien lo publicó, y dije… Debo encontrar desde donde lo copian, y llegue a tu página, yo soy como tu, talvez peor, veo a alguien que necesite ayuda y me la pide, se la doy, y si no me la pide, también se la ofrezco, dicen que las personas como nosotros se ganan el cielo, yo pienso que ganamos la satisfacción inmens de hacer algo por los demás.

    Responder
  14. Rita Montilla

    Jaime y Silvia, de verdad me conmovió grandemente esta historia que sé que es real!!! Ustedes tienen el cielo ganado, con esos corazones tan grandes, Dios les siga colmando de bendiciones, salud y felicidad siempre al lado de Zoe. Me alegra tanto que esa familia se haya podido encontrar. Felicitaciones.

    Responder
  15. Luis Guillermo Esquivel Ugarte

    Gracias señor Jaime, por darle tanta felicidad a mi compatriota Lorenza y a sus hijos, usted a conocido a una mujer Paraguaya en toda su escencia; las mujeres Paraguayas son así…los que la conocen pueden ver en ella lo que usted ha descrito en su relato, el propio Papa Francisco ha manifestado que las mujeres paraguayas tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo, que como María, han vivido situaciones muy pero muy difíciles, que desde una lógica común sería contraria a toda fe y que al contrario, al igual que María, impulsadas y sostenidas por su ejemplo, siguieron creyentes, inclusive esperando contra toda esperanza por eso Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América…todo aquel que conoce a la mujer Paraguaya, puede ver su corazón…

    Responder
  16. ANA

    Buenas días.. Sr. Bayle no suelo leer su columna esa es la verdad, eso no quiere decir que no me agrade usted como persona, lo felicito por sus éxitos y su soltura para vivir la vida; algo que algunos no podemos, pero en fin…
    Me gusto mucho su historia… me enterneció que hoy en día haya esas historias reales que nos dan esperanzas para seguir…
    Éxitos …

    Responder
  17. Jenny Villegas

    Lloré, soy una llorona también, admirable el sacrificio que la señora hace por sus hijos, tengo dos pequeños y no me imagino lejos de ellos, admirable también tu bondadoso corazón Jaime, en estos tiempos da gusto saber que existen personas que luchan cada día por ser mejores y superar obstáculos, asi como personas dispuestas a ayudar.

    Responder
  18. Fabiola Villanueva

    Me encantó, me hizo vibrar tu generosidad muy parecida a la de mi esposo con respecto a las personas que trabajan cuidando de nuestro hogar . Estoy segura que detras de todo el plan para Lorenza está la mano de tu esposa. Me emocioné más porque una de mis nanas por más de 10 años se llamaba Pastora…

    Responder
  19. Romina Bogarin Almiron

    Jaime me quede conmovida con tu relato,esa es la historia de muchas madres paraguayas que se encontraron con nada más que el mundo enfrente, gracias por tus palabras, maravillosas,saludos desde Asunción,Paraguay.

    Responder
  20. Ross

    MI padre estuvo en el extranjeror 10 años sin posibilidad de volver por el mismo tema de visado ..Tu relato me hizo revivir aquel reecuentro en el Areopuerto, me quede sin habla de tanta felicidad…Lo lei en la oficina y tuve que esconder mis lagrimas…Ten la seguridad que hiciste feliz a esa familia.

    Responder
    1. yrma Méndez portillo

      oyeeeee que increible historia Jaime, con Este acto te ganastes el cielo, mientras leí se me caian las lágrimas, por mucho tiempo dejé amis hijos solos, trabajaba en casa casa.
      cuidate mi querido jaime

      Responder
  21. Jose Navarro

    Una historia emocionante, no acostumbro leer historias así pero con las primeras líneas me capturo y no paraba de leer, es una muy bonita historia, muy bien contada, me conecto rápidamente, sólo hasta hoy acabo por entender cuando alguien tiene una pasión por leer algo emocionante o dramático como es esta historia.. felicitaciones por la acción hecha y que Dios los bendiga

    Responder
  22. Guiset Masgo Yzaguirre

    Buenísimo, cala mucho la historia, sensibiliza demasiado la realidad de esta mujer, así como la de muchas mujeres que quedan en el anonimato. Creo yo, que en esta historia se revela el amor inmenso de Lorenza y Jaime, que desde sus condiciones profesan un amor incondicional de humano a humano. Ese es el amor que mueve y sostiene a este mundo. Diría yo…»Un amor infinito» de Lorenza Pastora hacia sus hijos y la vida, así como de Jaime a Lorenza. Quedé extasiada de tanto amor. Felicidades , Jaime! Ya quedó atrás aquello de «el niño terrible», esto demuestra una gran sabiduría de tu ser, que fluye en ti a flor de piel.

    Responder
  23. Emy

    Impecable redacción del relato! Me encantó y emocionó muchísimo…tal vez los que tenemos seres queridos lejos, bajo cualquier circunstancia, entendemos más de cerca el sentimiento de Lorenza. El tener lejos a un hijo es un sentimiento de nostalgia y tristeza que sólo se supera en el mismo instante en que vuelves a tenerlo frente a tus ojos y es su mirada la que te apachurran el alma.

    Responder
  24. Daniela

    Eres un capo. Me acordé de mi madre, quien se fue a USA por 11 años..para lo mismo. A diferencia de Lorenza, mi madre obtuvo la ciudadanía y yo pude ir a verla, mi hermana no.
    Me tocó el corazón. Excelente.
    Gracias.

    Responder
  25. Emilia de Vivero Ramos

    Mi estimado Jaime tú siempre tan gentil, eso lo sé yo tengo lindos recuerdos tuyos desde que trabajamos en el canal 5 t.v , en la época de Carlos Paz y Hugo Chauca, nunca me olvido de las pastillas que trajistes para la presión para mi padre te las quise pagar y tú no quisistes (siempre recordamos este gesto que tuvistes con mi padre) fué como los años 1984 / 1985 . Tengo lindos recuerdos por mi paso por el canal y sobre todo en esa area de PROGRAMAS PERIODISTICOS (que fui secretaria), aprendi muchisimo . Ahora ya son 5 años de la partida de mi padre al cielo (él no está fisicamente conmigo pero está en mi mente y corazón, siempre me cuidará).
    Le agradesco a la vida de haber conocido a tantas personas como tú siempre fuistes muy humano todo el grupo de aquella época, con algunos tengo contactos a travez del Facebook .
    Sin más comentarios recibe muchos cariños a la distancias .
    Saludos,
    Emilia de Vivero R.

    Responder
  26. Claudia Bogarin

    No se porque lei la nota compartida en Facebook…encima seem perdio cuando mi conmocion interna era agobiante por tanta emoción. La busque sin parar para terminar como terminaba la nota. Soy hija de paraguayos obreros. Soy hija de trabajadores incansables e incorregibles. Tengo 47 años y se lo que es este tipo de mujer guerrera y de honestidad irrefutable. Se lo que se siente…Gracias Jaime Bailey, por permitirnos compartir esta experiencia de haberle permitido, en este mundo tan injusto y desigual a los hijos de esta extraordinaria mujer haberse encontrado. Mi reconocimiento profundo a todas estas heroinas, sin glamur, que no salen por television. Gracias

    Responder
  27. LEONIDAS

    Llore como un niño, a mis 42 años. Bello gesto Jaime, q’ el Universo te devuelva 2 veces lo q’ das. Saludos desde Ica, Perú, la tierra del Vino y del Pisco. Ojala un dia nos visites y te lleves un buen vino para mantener «dulce» ese corazón.

    Responder
  28. Mirka

    Gracias! mas que conmovedor el relato, reflejo de muchas mujeres que han tenido que migrar para garantizar mejores condiciones de vida a su familia. Un abrazo fraterno por haber hecho un gesto tan noble y por haber compartido tus reflexiones que nos hacen mas humanos y solidarios. Te ganaste muchos seguidores aqui en Paraguay!

    Responder
  29. Sandro

    Soy peruano y vivo en Paraguay, y debo reconocer que los paraguayos son personas maravillosas y trabajadoras. Pero la mujer paraguaya. La mujer paraguaya es una gran luchadora!! No sólo es su belleza, no solo es su nobleza y sencillez. es la fuerza de su amor por los suyos y por su gente y por su heroica nación la que la convierte en HEROINA de este bello país llamado Paraguay..

    Responder
  30. maria emilia baez

    que emoción, desde el corazón se disfruta leyendo la historia, emocionante…gracias al Señor Bayly. bondadoso, éxitos para la compatriota, Sra. Lorenza Pastora.

    Responder
  31. Óscar

    Es la historia del 99% de latinos que van a estados unidos a cumplir sus sueños que son negados en su naciones que están en decadencia por la corrupción y mal manejo de sus autoridades ya vemos a Venezuela con Maduro Argentina con Cristina a mi querido Perú q nos toca cada gobernante desde la maldición llamada Alan García desde ese gobierno el Perú viene de mal en peor con la corrupción uno tras de otro García, luego fFujimori, Toledo,de nuevo García, el impresentable de Ollanta y ahora kuzinky, que estaremos pagando en Latinoamérica.

    Responder
  32. Vanessa Esquivel

    Lloré de emoción… Muchas gracias por el gesto.. conmovedora forma de expresar el sentimiento de miles de paraguayas/os que van a trabajar dejando a sus familias…. y esa es nuestra Mujer Paraguaya.. miles de bendiciones…

    Responder
  33. Leyda Rivas

    Millones de gracias y bendiciones para ti Sr Jayme. Si lo que cuentas es cierto te juro que te has merecido la mayor de las glorias en este mundo. No puedo imaginarme la gran dicha de esa madre y mis lágrimas salen a torrentes como si hubiese sido yo la afortunada, y tu mi querido amigo lloraste también de tanta dicha regalada. Eres grande, tienes un corazón demasiado hermoso y te admiro cuando sientes esa ternura y ese amor por la gente que con tanto sacrificio se juega la vida por salir adelante con valores de rectitud, fortaleza y mucha fe. Se necesita mucha gente como tu, personas de valor que reconocen la grandeza que hay detrás de la humildad y de una vida sacrificada. Millones y millones de bendiciones para ti y para tu familia desde un pueblito del interior de Venezuela.

    Responder
  34. Aldo Romero

    Jayme
    Tu columna ayer domingo nos hizo llorar a todos y se volvió viral en todos nuestros grupos, los medios radiales y la prensa escrita de mi país, el mismo de Lorenza Pastora,
    Hiciste mucho con tan poco, es una forma de decirlo
    Muchas veces ustedes no dimensionan el impacto que tienen en nuestras almas cosas como estas, que es bueno sucedan.
    Supongo miles o millones de Lorenzas Pastoras, sintieron lo mismo
    El desarraigo de la tierra es un dolor inmenso que los griegos ya lo conocían bien, si bien en mi país ya no lo tenemos por causas políticas, la sangría por causas económicas sigue.
    Tu gesto magnifico te enaltece humanamente y te deja en un pedestal enorme
    Gracias Jaime
    Y lo pases bien

    Responder
  35. Clari Go

    Como Paraguaya, te digo Gracias! Dios ama a sus hijos y sabe acariciar corazones y alma. Está es la Mujer Paraguaya!… en tus escritos y acción se nota lo bueno que sos, y das a conocer que vale la pena ser digno y confiar, que del sacrificio el esfuerzo, y amor sobre todas las cosas. Has marcado el corazón de Pastora y dus hijos, ademas de llenarle de esperanza… como q todos nosotro lo que te leemos.. Gracias! Bendiciones..

    Responder
  36. Gabriel

    La historia de muchas madres. Lorenza Pastora encontró en usted un acto de bondad que viene de gente atenta a lo sublime y espiritual no consumido por el tormentoso mundo en el cual nos obligan a vivir todos los días, el ser humano recibe su mejor premio de satisfacción, más cuando DA que cuando recibe. Felicitaciones y muchas bendiciones para usted y su familia.

    Responder
  37. Humberto

    Cuántas de nuestras madres han hecho sacrificios parecidos. Has hecho algo por cada uno de nosotros, aquellos hijos producto del sacrificio de madres heroicas. Gracias familia Bayly Núñez del Arco. Que el señor los siga bendiciendo con felicidad y bienestar.

    Responder
  38. Luis

    Lo lindo de esto es que haz enseñado a tu hija muchas cosas de la vida. la sabiduria de un Hombre llega cuando uno se da cuenta que la sencilles es lo maximo, Si no te diste cuenta Dios camino en tu hogar, y los angeles a quienes cobijaste, dejaron profundas enseñanzas en vustras vidas. tan sencillo como el agua, y Jesus dijo soy el agua. Soy paraguayo y te agradezco el gesto. Lo que sentiste en esos momentos por todo lo que hiciste, sencillamente eso es Dios. un abrazo.

    Responder
  39. Ana

    He leído está triste historia pero con un un maravilloso final gracias a tu bondad y me recuerda de como empezó mi historia emigrando por Argentina,España,y hoy día Alemania.Me llena de emoción saber de que aún existen personas llenas de amor en su corazón.Sé que el todopoderoso se devolverá mucho más por que te lo mereces!!!Y la vida en un país donde no hablan tu idioma ,no conoces a nadie hace que todo sea mucho más cuesta arriba,pero gracias a personas como tú todo es más llevadero por el respeto y amor que brindas a quien más lo necesita.Saludos desde Alemania

    Responder
  40. mario

    Bueníisima historia. Como dice el Papa Francisco, la mujer Pya, es la mas gloriosa del mundo.
    Muchas gracias Sr. Bayly por compartir y mostrar al mundo el corazón de esta mujer.
    Saludos desde Paraguay!
    P.d.: Pídele que te prepare sopa paraguaya. te llevaras una sorpresa.

    Responder
  41. Marita

    Que gran gesto de tu parte Jaime… que historia tan bonita con un final feliz…. me emocione hasta las lagrimas… para una madre sus hijos son lo mejor que tiene y x ellos lo dan todo…… un abrazo y bendiciones.

    Responder
  42. Susann

    Hermoso Jaime, me hiciste llorar con tan conmovedora y hermosa historia. Qué grande y valiente es Lorenza Pastora y que decir de ti Jaimito, tienes un corazón noble, que rebosa de amor , eso es ser un grande!!

    Responder
  43. DIANA R CEBALLOS

    Me encuentro tu historia, antes de irme a dormir. Lloré de emoción, de gratitud y me imaginé la sonrisa de Dios, en el cielo.
    A Lorenza, un enorme abrazo. Y a ti, que te inunde de sabiduría de colores y sabores la vida.

    Responder
    1. ndiana

      inevitable que se te caigan las lagrimas sobretodo porque muchas tenemos algo de Lorenza o mucho de ella ,nosotras las madres que amamos a nuestros hijos y no conocemos los límites si se trata de hacerlos felices que gran gesto jaime que lindo een r que tienes un corazon noble y sensible sobretodo disfruto mucho leerte .gracias

      Responder
  44. Susana de Paraguay

    Lorenza Pastora es una «Gloriosa Mujer Paraguaya» que rompe su alma, corazon y Vida lejos de su Oga (Hogar) y de los suyos para darle una vida mas digna!!! Jaime Bayly Dios te Bendiga por tan grande gesto de Amor y Solidaridad…. el te va a devolver el triple de Bendiciones a tu vida!!! Saludos desde Asuncion, Paraguay

    Responder
  45. Milagros

    Cuando me preguntan por mis escritor favorito siempre te menciono a ti, junto con Isabel Allende. Para mi la magia de ser escritor esta en aquel que te emociana al punto de reir o llorar, y tu siempre lo logras….. Hermosa historia…..Bendiciones!

    Responder
  46. Sarita

    Por eso te adoro Jaime querido, porque tú pluma es mágica, maravillosa y unica. Creo que después de haberte leído tanto (leo tus obras varias veces una vez compradas) tengo la capacidad de reconocer cuándo el relato es producto de la ficción o una historia real, en éste caso sólo queda decir, que eres la mejor mezcla exquisita de la dualidad del ser humano (el bien y el mal conviven en todos nosotros) sólo que a ti no te apena mostrar incluso el mal.
    Gracias por ese gesto y tantos otros, y te lo agradezco porque soy una mujer que cree firmemente que si los seres humanos nos ayudaramos más los unos a otros, éste mundo sería un lugar mejor, sé que es un pensamiento demasiado altruista, pero gestos como el tuyo me devuelve la fe en la raza humana.
    Tr quiero mucho, pero te quiero como ese amigo entrañable que siempre está para mi en sus libros e historias, ¿Sabes por qué? Porque siempre cosigues sacarme de mi realidad cuando te leo, consigues hacerme reír con tus hilarantes ocurrencias, consigues hacerme olvidar mis problemas, y eso jamás tendré como retribuirtelo…
    Con cariño
    Sarita

    Responder
  47. Milu

    Un relato muy conmovedor, he parado de leer en dos oportunidades porque sentí que se me hacía un nudo en la garganta y temí q se me escapara una lágrima, ya q estas historias se repiten una y otra vez…y es difícil imaginar tener que dejar a tu madre y a tus hijos para irte a otro país en busca de un futuro mejor…..linda historia, pero sobre todo, buen final!!!

    Responder
  48. Víctor Raúl Cáceres

    Conmovedor, emocionante historia.
    Leer del principio hasta el final hace mover lo más incógnito de las emociones de amor. Migrar a países lejanos por motivo laboral, se sufre y duele al distanciarse de la familia.

    Responder
  49. Lidia

    Personas como tú y como ella hacen que crea en el amor y la gratitud y la confianza que debemos tener por las personas como ella. Un beso muy fuerte y nunca cambies. O:-)

    Responder
  50. Irene

    Que historia tan bonita. Siento agradecimiento hacia ti (Jaime) por lo que has hecho. Sílvia y Zoe deben estar muy orgullosas.
    Es una historia de personas que están luchando todos los días por sus familias en la distancia. Creo que todos los que venimos de otro lado de alguna forma nos podemos identificar.

    Responder
  51. Margarita

    No suelo ser fan de nadie, pero me encanta tu sencillez, tu espíritu amable y tu gran corazón. Además adoro tu desparpajo para hablar, sin tapujos ni pretensiones. Un Abrazo!

    Responder
  52. raul gonzalez allen

    Excelente y emotivo. Un nudo en la garganta por una historia real que se repite miles de veces con otras madres sufridas de Paraguay lejos del terruño buscando el Yaiko porave rekavo. ( un lugar para estar mejor, para juntar dinero para enviar a la familia). Y emotivo igual, humano, latino, el gesto gigante de gente buena y diferente como Jaime!
    Grande madre compatriota y periodista de primera.

    Responder
  53. Giulia

    Jaime debo confesar queal igual que tú, soy muy sensible y lloro muy rápido cuando me llega al bobo.
    Si son personajes reales, te felicito por tu buena acción!!
    Y si son personajes de ficción, también te felicito porque el relato logró su cometido.
    Realmente hay personas que si se lo proponen pueden ayudar a otros menos afortunados.
    Y si un día de estos quieres tener otro gesto altruista, sólo comprame el pasaje en clase ejecutiva y te visito, prometo que con las historias que puedo contarte, tendrás mucho material para tu trabajo. Por la visa ni te preocupes!!, y el cuarto de huéspedes no tiene porqué ser tan grande. estoy segura de que tu esposa no se opondrá, sé que ella tiene un buen corazón.
    Un abrazo a los 3.

    Responder
  54. Adriana López

    Pastora, una de miles de mujeres que desparraman por el mundo sus penas, su trabajo incansable con dolor a cuesta.
    Jaime un especialista en arte de narrar. Ambos, la conjunción exacta de la voluntad y capacidad.

    Mi profunda admiración para excelente acto de Amor

    Responder
  55. Flor de Maria

    Excelente–me parece maravilloso, no solo por ella y sus niños pero también para tu hija. Es súper importante enseñarle a los niños a ser generosos, con sus bienes, su tiempo y su cariño–y realmente la única manera de hacer con efectividad es predicando con el ejemplo

    Responder
  56. cesar

    el articulo me hizo llorar, veo reflejada en ella a mi madre, y mis abuelas en la decada del 40 despúes de una guerra insensata y en medio de guerras civiles estabamos mas que pobres, pero aun así ellas, como Lorenza Pastora hacían todo lo que podían para sacar a flote la familia.
    Muchas gracias Seño Bayly lo que hace por esa gente, que son mis hermanos. Muchas gracias

    Responder

comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *